“Mi marido, Secundino Bouzas Bao, cumple una condena (se encuentra en
tercer grado) de seis años por dos atracos a un banco en una localidad
gallega que ni siquiera conocía antes de ser detenido. La única prueba
es un reconocimiento por parte de dos testigos.
“Conozco otro caso en el que un abogado de Orense
también fue condenado por dos atracos y acusado de otros trece, aunque
finalmente fue absuelto en la apelación y ademas detuvieron al
auténtico atracador.
“La pregunta que me he estado haciendo hace tiempo es:
si un abogado pasa un calvario, aunque finalmente se resuelva, y una
familia española media que cae en manos de la “justicia” pasa lo que
pasamos nosotros, ¿QUE LE OCURRIRÍA A UNA PERSONA SIN RECURSOS?
“ Vuestra página me ha respondido.
“Creo que tenemos el deber de informar a la sociedad de
los riesgos que corremos ante la figura que en teoría debía de
protegernos: la mal llamada justicia”.
(Elisa García-Loygorri Bellas, comunicación personal 22/1/2004)
El caso de Secundino Bouzas Bao tiene diversos aspectos en
común con el "caso Mounib/Tommouhi". Este ciudadano gallego fue a la
cárcel -y aún no sale de su asombro- simplemente porque lo
"identificaron" como autor de dos atracos a un banco, sin más pruebas.
Por iniciativa propia, indagando, consiguió dar con uno de los posibles
autores de los delitos. Sin embargo, no consiguió que se iniciara una
investigación ni que revisaran su caso (¡ni la ley se lo va a permitir,
por lo que parece!).
A diferencia de lo que ocurrió con Mounib y Tommouhi, tuvo el
apoyo pleno de sus allegados y convecinos y "sólo" pasó 3 meses en la
cárcel, en el 2002.
Su condena es de 6 años, pero le han concedido el tercer grado y
está pendiente de un indulto (el "insulto", como lo califica el propio
Bouzas). No llegó a presentar una demanda en Estrasburgo, pues le advirtieron de que iba a resultar probablemente inútil.
Bouzas sigue luchando por demostrar su inocencia y para que la
opinión pública conozca su drama particular, que apenas ha trascendido
a nivel nacional a pesar de que sus implicaciones son de interés
general. De nuevo hay que hablar de algo más que un simple error
judicial...